15 noviembre 2023

“Trois Couleurs: Bleu” o el concepto absoluto de la libertad. Felipe Bochatay.

 



          Cuando vi por primera vez este film tenía al menos veinte años, fue allá cuando se estrenó, por el 93. Sin embargo recuerdo que una sensación de impotencia y dolor muy interno se apoderó de mí al terminar de ver la película. Luego, por mucho tiempo, no pude volver a verla. Esa impotencia o rabia que genera la historia puede llevarnos a esos extremos y “Bleu” es una película sobre la naturaleza humana, esa naturaleza humana que nos sorprende y a la postre nos abruma. No hace falta decir que ésta fue la primera entrega de la trilogía “Tres colores”, completada con las películas “Blanc” y “Rouge” que le sucedieron.

            Contar una historia triste y conmovedora sin llegar a la sensiblería de la novela rosa tiene sus riesgos, este no es un film con efectos especiales, ni golpes bajos ni una película típicamente “pochoclera”, más aún, es una clásica película francesa a la que algunos pueden tachar de lenta o aburrida.

Asimismo tampoco uno la puede recordar por algún diálogo en particular o frase memorable dado que lo que prima es la imagen en su estado más puro, a su vez, envuelta en una tremenda banda sonora. Ambas logran mostrar acabadamente el sentido de pérdida de Julie como así también todos sus conflictos internos.

El director polaco Krzysztof Kieslowski y su primera actriz, en un papel solamente para ella, la francesa Juliette Binoche, lo logran sobradamente. La exquisita y cuidada fotografía se encuentra enmarcada en un color que domina el film, el azul. Todo está teñido de ese color que no es más que un mensaje que nos quiere transmitir el director. Es que el azul representa la libertad, una libertad que está cargada también tal vez de imperceptibles alegorías políticas, aunque esa no sea directamente la intención de Krzysztof Kieslowski.

            La película nos ubica en París, donde la vida de Julie (Juliette Binoche) da un giro trágico de 180º al perder trágicamente en un accidente de tránsito a su marido, de renombre artístico como compositor de música, y a la niña de ambos. Ella es la única sobreviviente. Frente a esta nueva realidad de la protagonista, se encierra en sí misma en una cuasi vida ascética. Esto la lleva a tratar de aislarse de todo sentimiento humano, inclusive a un intento frustrado de quitar su vida, y a evadir situaciones que la lleven a nuevas relaciones humanas; pero que en definitiva las necesita para sobrevivir, para continuar viviendo EN su nuevo estado de LIBERTAD.

            Con el transcurrir de la película Julie se vuelve más inestable mostrándose incapaz de desanclarse de su pasado. Su enamorado, Olivier, ayudante de su marido, intenta sustraerla de ese ostracismo pidiéndole que le ayude a terminar la obra inconclusa de su marido que ella creía haber destruido. En un principio lo consigue, mas luego se percata de que la obsesión por lo que quiso componer su marido la invade y le impide desanclarse, salir de ese fondo marino, azul, en que se encuentra y que no le permite hacerse de una nueva vida mundana.

En este sentido Kieslowski  reflexiona acerca de cuál es el precio que tenemos que pagar para lograr nuestra tan ansiada libertad, que desde luego también la representa el director en el sentido de libertad de la vecina prostituta, una mujer feliz que hace lo que siente sin importarle lo que piensen los demás.

Qué nos quiere decir, que a través del color azul nos quiere simbolizar el concepto de libertad, pero no política ni social, sino la libertad en un sentido más absoluto y existencial, la de vivir la vida en sí misma, ya que al haber perdido todo, su amor, su hija y al despojarse de todos los lujos y vida que llevaba se enfrenta a la más solitaria libertad, la libertad de ya no ser dependiente de las personas que amamos y se fueron para siempre. Es que en este sentido el amor no deja de ser algo contradictorio para el director, quien ama es prisionero de ese amor, quien lo pierde ya es libre de él.

            En esa dirección podemos entender que la intención del director no es bucear en los conceptos utópicos de libertad política (como lo representa el azul de la bandera de Francia), sino la que portamos dentro nuestro y que la sociedad posmoderna parece haber perdido u olvidado como el derecho y la obligación que todo ser humano tiene de preservar la libertad propia y la de quienes se encuentren a nuestro alrededor.

Así Julie se enfrenta a una abrumadora libertad al desprenderse de los afectos y de lo material, el hogar en que convivían, ropa, lujos, que estaba atado a los afectos (el amor), comienza una nueva vida, aunque totalmente vacía, invadida por la indiferencia y la frialdad absoluta y para venir a completar su cuadro Julie descubre que su marido le era infiel con una colega.

Ello no le impide enamorarse de un compañero de su marido y a pesar de sus deseos autodestructivos ella encara la finalización de la obra inconclusa de su marido.

Es aquí donde la magia de este director polaco se hace aún más perceptible, donde expresa magistralmente las emociones de Julie, el sentimiento de pérdida y su conflicto interno, logrando una expresión emotiva máxima, especialmente la exposición más cruda de dolor, desafiando completamente los sentidos.

En definitiva, una historia triste y avasallante, y más triste el final en que Julie logra derramar las lágrimas que durante toda la película no logra derramar. Con una idea central cual es la de impregnar la pantalla de tonos azules convirtiéndola en una obra de arte visual, ya que, como dije, acá no destacan los diálogos sino los silencios y las imágenes, sobre todo en los planos de detalle y donde el azul se apodera de toda la imagen, de toda la fotografía.

“Bleu” es la idea de sobrevivir a esa libertad, de encontrar razones para vivir en un mar de autodestrucción y de nuevamente amar, un nuevo hombre o un sentimiento de esperanza. Así el azul, es decir, la libertad, tan caro y frío para sus emociones se vuelve un tono esperanzador, de vivir la vida a pesar de ella.

Imagen: https://www.filmaffinity.com/es/film597294.html


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