-Así es la vida, como siempre se dice al hablar de la
muerte (Barbagris).
Brian
Wilson Aldiss fue un escritor, editor, y crítico literario británico, reconocido
como una de las figuras más influyentes en la ciencia ficción del siglo XX.
Nació el 18 de agosto de 1925 en East Dereham, Norfolk, Inglaterra, y falleció
el 19 de agosto de 2017 en Oxford, Inglaterra.
Aldiss
fue ampliamente conocido por su prolífica carrera literaria, que abarcó más de
seis décadas, y por sus contribuciones tanto a la ciencia ficción como a la
literatura en general.
De un
estilo tal vez por demás literario para los paladares de la ciencia ficción
supo granjearse un espacio en los años '60 y '70 del siglo pasado con una obra
literaria extensa y potente. Podemos mencionar Invernáculo, Heliconia, o La otra isla del Dr. Moreau.
La novela,
escrita en 1964, es fiel representante del género distópico de la época. Quizás
no tan conocido como Ballard o el estadounidense Tomas Disch, ha sabido abordar
los miedos y temores de una época en que el desastre nuclear estaba a la vuelta
de la esquina.
En este caso, un
problema de mala gestión de las armas nucleares, nuevamente las consecuencias
no deseadas del manejo de las tecnologías, hace estragos en la humanidad
provocando la esterilización de toda la raza humana.
“...el
silencio los envolvió mientras permanecían, juntos y separados al mismo tiempo,
en la oscuridad. Había mucho entre ellos que nunca habrían podido expresar,
corrientes de simpatía y resentimiento, afinidad y aversión: vagas, pero no por
eso menos fuertes...”
El lento declinar, como en un apocalipsis
suave (podríamos decir un sub género distópico) encuentra a estos ancianos
luchando por sobrevivir en un ambiente hostil pero carente de la furia juvenil.
En vez de ello tenemos a grupos de ancianos que sobreviven sabedores de que en
algún momento nadie podrá cuidar de ellos. Pese a ello Barbagris mantiene una llama de esperanza en su corazón y día a día
trata de no sucumbir a la desesperación que genera no solo los problemas diarios
para sobrevivir sino el sin sentido de una civilización que da sus últimos
estertores.
“Habían
llegado a una especie de encrucijada, donde el camino atravesaba una carretera
que aún mostraba signos de asfalto sobre su accidentada superficie…”
Estamos en 2029 y han pasado
cuarenta y ocho años del evento, por lo que desde 1981 no nace un nuevo ser
humano. Por tanto los tópicos que va desarrollando Aldiss en la novela pueden
ser los propios de una ancianidad contemporánea: la soledad, la desesperanza,
el aislamiento y los miedos del no poder con uno mismo, pero todo enmarcado en
ese estado de falta de humanidad.
Con ello también vemos a la
naturaleza que reclama para sí sus lugares perdidos, un Támesis desbordado, las
calles de cemento que comienzan a ser
derrotadas por la inquebrantable hierba que brota desde el suelo.
El tono melancólico campea en toda
la obra a la par que los pensamientos de Barbagris
se van sucediendo frente a los hechos cada vez más desesperantes. Sin embargo,
al contrario de lo que se le puede achacar a Ballard con su trilogía distópica,
o Tomas Disch como Los genocidas, una
imperceptible llama de esperanza para la humanidad se enciende al final de la
novela.
Algunas conclusiones.
Esta es una obra propia de la época
que ha envejecido muy bien, valga el lugar común del comentario. Aldiss fue conocido por su
versatilidad y su capacidad para mezclar géneros, y esta obra es un claro
exponente.
Si bien trabajó
principalmente desde la ciencia ficción, también escribió obras de fantasía,
horror y literatura general. Su enfoque innovador y su deseo de expandir los
límites del género lo colocaron en la vanguardia del movimiento de la New Wave de la ciencia ficción en la
década de 1960.
Esta
obra, como otras de su autoría, aborda un tema recurrente en la obra de Aldiss
cual es la relación entre la humanidad y su entorno, a menudo abordando
cuestiones ecológicas, el impacto de la tecnología, y la evolución social.
Por su
relativa sencillez argumental, sus pocas páginas y su escritura velada de
referencias filosóficas, y a veces melancólica, es una novela que hay que leer
para poder comprender los miedos de la época. Por todo ello forma parte del canon
literario de la ciencia ficción distópica inglesa.
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