15 septiembre 2024

Recordando a Adolfo Bioy Casares. Por Felipe Bochatay.

 

Introducción.

El escritor Adolfo Bioy Casares es considerado uno de los escritores más importantes del s. xx en Latinoamérica. Nació en una familia acomodada en Buenos Aires, Argentina, un 15 de Septiembre de 1914 y falleció en Buenos Aires, Argentina, en 1999. Cursa estudios universitarios en derecho, recibiéndose de Abogado, pero nunca ejerce.

Su familia poseía una biblioteca muy rica en literatura argentina y los clásicos universales, tanto en castellano, como en inglés y francés. La posición económica que gozó le permitió conocer el mundo realizando largos viajes al extranjero.

A principios de la década del ’30 conoce a Jorge Luis Borges, quien será su amigo hasta los últimos días de este. Juntos, utilizando distintos pseudónimos, escribieron a cuatro manos obras como Seis problemas para don Isidro Parodi, un libro de cuentos bajo el seudónimo de H. Bustos Domecq.

Durante el año 1940 se casa con Silvina Ocampo, escritora y pintora, perteneciente a una familia de intelectuales argentinos. Es este el año de su despegue como escritor con la publicación de la novela La invención de Morel, con el que obtiene el Premio Municipal de Literatura de la Ciudad de Buenos Aires.

Sin embargo allí no se termina su obra, que fue extensa en cantidad y en el tiempo, publicando casi hasta su últimos días de vida, dejando en su haber importantes obras de ficción, policial, fantasía y ciencia ficción. Sus obras fueron traducidas a más de veinte idiomas y cosechó importantes premios y honores, entre ellos el Premio Miguel de Cervantes, en 1990 y el Konex, en 1994. Asimismo muchas de sus obras fueron llevadas al cine.

Participó de numerosas revistas literarias, entre ellas Sur. Junto con Borges, además, dirigió la famosa colección de novelas policiales “El séptimo círculo”, evocando a los anillos del infierno del Dante, en este caso el sétimo, reservado para los violentos. Esta colección tuvo desde 1945 el rol de difundir lo mejor de la literatura policial. Entre 1945 y 1983 se publicaron casi 400 libros con lo mejor de este género.

Lo interesante de esta colección es que sus tapas son fácilmente reconocible por los dibujos geométricos casi abstractos o cubistas de José Bonomi. En estas obras de arte en sí mismas se describe la estética de la novela policial con precisión. Bioy Casares, tiempo después, atribuyó al diseño de portada y al emblema de la colección, un caballo de ajedrez, una parte del éxito.

También con Borges y Silvina Ocampo publican la importantísima Antología de la literatura fantástica reuniendo lo mejor de un género literario que hasta ese momento no había podido gozar del podio y el respeto de la “alta” literatura.

Dice Adolfo Bioy Casares en el prólogo a esta obra:

 “Para formarla hemos seguido un criterio hedónico; no hemos partido de la intención de publicar una antología. Una noche de 1937 hablábamos de literatura fantástica, discutíamos los cuentos que nos parecían mejores; uno de nosotros dijo que si los reuniéramos y agregáramos los fragmentos del mismo carácter anotados en nuestros cuadernos, obtendríamos un buen libro. Compusimos este libro. Analizado con un criterio histórico o geográfico parecerá irregular. No hemos buscado, ni rechazado, los nombres célebres. Este volumen es, simplemente, la reunión de los textos de la literatura fantástica que nos parecen mejores. Omisiones. Hemos debido resignarnos, por razones de espacio, a algunas omisiones. Nos queda material para una segunda antología de la literatura fantástica. Deliberadamente hemos omitido: a E. T. W. Hofmann, a Sheridan Le Fanu, a Ambrose Bierce, a M. R. James, a Walter de la Mare. Aclaración. La narración titulada El Destino es Chambón perteneció a una proyectada novela de Arturo Cancela y Pilar de Lusarreta sobre la revolución del 90. Gratitudes. A la señora Juana González de Lugones y al señor Leopoldo Lugones (hijo), por el permiso de incluir un cuento de Leopoldo Lugones. A los amigos, escritores y lectores, por su colaboración. Adolfo Bioy Casares, Buenos Aires, 1940”.

 

Su pluma supo manejar con exquisitez lo fantástico combinándolo con un gran sentido del humor. Supo captar los “caracteres de lo argentino” en el Diccionario del argentino exquisito y sus obras de ciencia ficción, en especial las novelas y cuentos de los años ’40 a ’60 del siglo pasado, son joyas de la perfección llevadas a la construcción de una historia.

Dijo Borges, su gran amigo, en el prólogo a La invención de Morel:

En español, son infrecuentes y aun rarísimas las obras de imaginación razonadas. Los clásicos ejercieron la alegoría, las exageraciones de la sátira y, alguna vez, la mera incoherencia verbal; de fechas recientes no recuerdo sino algún cuento de Las fuerzas extrañas y alguno de Santiago Dabove: olvidado con injusticia. La invención de Morel (cuyo título alude filialmente a otro inventor isleño, a Moreau) traslada a nuestras tierras y a nuestro idioma un género nuevo. He discutido con su autor los pormenores de su trama, la he releído; no me parece una imprecisión o una hipérbole calificarla de perfecta”.

La invención de Morel, publicada en 1940, es para muchos la primera obra de ciencia ficción latinoamericana reconocida en forma amplia en el extranjero, a la par que fue su primera gran obra. Luego llegarán Plan de evasión, La trama celeste, El perjurio de la nieve, El sueño de los héroes, Historia prodigiosa y un largo etc.

Como excusa para recordarlo en el mes de su nacimiento traigo a consideración uno de sus cuentos más logrados, La trama celeste.

La trama celeste.

La trama celeste es un libro de cuentos publicado en Argentina en 1948, contiene seis cuentos entre los que se encuentra el que le da título al libro. Estos relatos son eminentemente de corte fantástico, un género que dominaba a la perfección. En todas estas seis pequeñas joyas el tema del tiempo, el espacio y el poder de la mente están presentes.

Destacan El perjurio de la nieve, en donde el horror y lo fantástico se dan cita a una obra en el que el concepto de tiempo es torcido en favor de uno de los personajes. También destaca En memoria de Paulina, en donde las diferencias entre esta vida y el más allá se conjugan con el tema de los celos.

Alerta spoiler. Si no has leído el cuento, en este momento deberías dejar de leer si no quieres toparte con algunos destripes y spoilers del cuento.

En este cuento, que inobjetablemente es una obra de ciencia ficción, el tema del espacio y el tiempo son tratados de una manera muy particular, a la par que la idea de los mundos paralelos que se tocan unos a otros por ¿cuerdas? está presente en este cuento largo. Cito:

 “… Finalmente, para lectores acostumbrados a la antigua noción de mundos planetarios y esféricos, los viajes entre Buenos Aires de distintos mundos parecerán increíbles. Se preguntarán por qué los viajeros llegan siempre a Buenos Aires y no a otras regiones, a los mares o a los desiertos. La única respuesta que puedo ofrecer a una cuestión tan ajena a mi incumbencia, es que tal vez estos mundos sean como haces de espacios y de tiempos paralelos.

 

En estos mundos las variaciones espacio-temporales son tan ligeras que sólo un lector muy atento podrá admirar la construcción de este universo por Bioy Casares. Ello lleva a pensar que esos universos deben ser, y de hecho lo son, infinitos.

Una de las características más importantes en Bioy Casares es que casi todas sus historias tienen como antecedente o universo contenedor alguna idea filosófica o científica que la justifique. En este caso recurre a Louis-Auguste Blanqui y su obra La eternidad a través de los astros, de 1872, de donde se nutre para poblar este cuento de mundos paralelos, de los personajes dobles y triples y del espacio que se curva y se toca con otros espacios.

 

“… Alegar a Blanqui, para encarecer la teoría de la pluralidad de los mundos, fue tal vez, un mérito de Servian; yo, más limitado, hubiera propuesto la autoridad de un clásico; por ejemplo: «según Demócrito, hay una infinidad de mundos, entre los cuales algunos son, no tan sólo parecidos, sino perfectamente iguales» (Cicerón, Primeras Académicas, II, XVII). Henos aquí, en Bauli, cerca de Pezzuoli, ¿piensas tú que ahora, en un número infinito de lugares exactamente iguales, habrá reuniones de personas con nuestros mismos nombres, revestidas de los mismos honores, que hayan pasado por las mismas circunstancias, y en ingenio, en edad, en aspecto, idénticas a nosotros, discutiendo este mismo tema? [id., id., II, XL]…”

 

Trama.

“Cuando el capitán Ireneo Morris y el doctor Carlos Alberto Servian, médico homeópata, desaparecieron, un 20 de diciembre de Buenos Aires, los diarios apenas comentaron el hecho. Se dijo que había gente engañada gente complicada y que una comisión estaba investigando; se dijo también que el escaso radio de acción del aeroplano utilizado por los fugitivos permitía afirmar que éstos no habían ido muy lejos. Yo recibí en esos días una encomienda; contenía: tres volúmenes in quarto (las obras completas del comunista Luis Augusto Blanqui); un anillo de escaso valor (una aguamarina en cuyo fondo se veía la efigie de una diosa con cabeza de caballo); unas cuantas páginas escritas a máquina - Las aventuras del capitán Morris - firmadas C. A. S. Transcribiré esas páginas.”

 

La historia comienza con un breve epígrafe a título de presentación de la historia. Esta, titulada “LAS AVENTURAS DEL CAPITÁN MORRIS” es escrita en primera persona por quien en verdad no es el personaje principal, sino por Carlos Alberto Servian, quien relata la historia de un soldado argentino, Ireneo Morris, piloto de pruebas de aviones. Este sufre un accidente en una de esas pruebas y queda herido. Cuando despierta es interrogado por sus propios pares, que no lo reconocen. Los militares argentinos piensan que es un espía, por lo que queda detenido.

En esta circunstancia entra en escena una enfermera (debe tenerse en cuenta que las mujeres siempre fueron personajes fuertes en la obra de ABC) que lo ayudará a escapar de su detención pese al peligro que ello implica para la enfermera.

En definitiva Bioy Casares nos presenta tres mundos en donde las diferencias son mínimas, muy sutiles, y en las que Ireneo Morris deberá con un sentido casi detectivesco ir descubriendo las esas sutiles diferencias para salir airoso de lo que considera una broma del destino.

Finalmente sabremos que el narrador es un compañero de aventuras de Ireneo Morris que lo acompaña viajando entre los diferentes universos paralelos a la vez que otros casi idénticos “Ireneos Morris” se entrecruzan en diferentes aventuras.

En cada uno de los mundos los personajes son idénticos pero a poco que se investigue se observan sutiles diferencias de carácter, por lo que el tema del doble, tan trabajado en la literatura también acá se ve reflejado. A saber: los mundos sufren sutiles diferencias, vr. gr., en uno de los mundos Cartago no fue destruida por los romanos, por lo que la cultura cartaginesa está presente en ese universo del s. xx, por ejemplo en las calles o en los nombres de las personas.

 

La explicación es evidente: En varios mundos casi iguales, varios capitanes Morris salieron un día (aquí el 23 de junio) a probar aeroplanos. Nuestro Morris se fugó al Uruguay o al Brasil. Otro, que salió de otro Buenos Aires, hizo unos «pases» con su aeroplano y se encontró en el Buenos Aires de otro mundo (donde no existía Gales y donde existía Cartago; donde espera Idibal). Ese Ireneo Morris subió después en el Dewotine, volvió a hacer los «pases», y cayó en este Buenos Aires. Como era idéntico al otro Morris, hasta sus compañeros lo confundieron. Pero no era el mismo. El nuestro (el que está en el Brasil) remontó vuelo, el 23 de junio, con el Breguet 304; el otro sabía perfectamente que había probado el Breguet 309. Después, con el doctor Servian de acompañante intenta los pases de nuevo y desaparece. Quizá lleguen a otro mundo; es menos probable que encuentren a la sobrina de Servian y a la cartaginesa. …”

 

Algunas conclusiones.

El cuento trata el tema, entre otros, de los universos paralelos. En esta temática fueron pioneros, junto a Borges, en introducirla en la literatura de ciencia ficción latinoamericana. Téngase presente que recién en la década del ’50 del siglo pasado Hugh Everett planteará la idea de los universos paralelos.

Por otra parte solo un muy atento lector podrá disfrutar de La trama celeste y sus diferentes mundos en plenitud. El tiempo y el espacio son conceptos fundamentales para este cuento. La repetición de los mundos, personajes y espacios son elementos fundamentales en la construcción de Bioy.

Por otro lado podemos ver algo que en El perjurio de la nieve también se percibe: la eternidad, el detenimiento del tiempo, se da por un expediente sencillo que no otra que la repetición.

Pero esta repetición se dará en diferentes territorios o por diferentes dobles de cada uno de los personajes. Así cada uno de los personajes interactuará dependiendo de la cuestión espacio-temporal y qué cultura predomine en ese mundo.

Para quien desconoce la obra de Bioy Casares, ésta es una buena posibilidad de acercamiento a su obra dado que no temo repetirme, estas son pequeñas obras de ingeniería cuentística, uno de sus mejores trabajos.

Recordando a Adolfo Bioy Casares. Por Felipe Bochatay.

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